Villaseca de la Sagra, una vez más solidaria con el toreo

La plaza de toros La Sagra de Villaseca de la Sagra fue testigo de un día para la historia con la presencia de cinco mitos de la Tauromaquia. Todos ellos arroparon al niño Diego Ocaña del Cerro, aquejado de una enfermedad limitante, que le condiciona de forma importante, siendo portador de traqueostomía y precisando de ventilación mecánica durante 24 horas al día. El tentadero benéfico del que fueron protagonistas dejó para la lucha del niño y de su familia 22.500 euros y el cariño de un pueblo y del toreo. La lección humana, su dominio de la escena y las ganas de ayudar, quedan para el recuerdo. Hoy Diego es más feliz y la Tauromaquia es más grande.

La verónica a pies juntos de Manili nos hizo viajar a otra época y los olés rugieron ante la personalidad de un torero inolvidable. Su forma de colocar a la res de Victoriano del Río al caballo fue una delicia de alturas, distancias y recursos. El comienzo de faena, peculiar y propio, cadencioso y huella de su toreo, también fue memorable. Se vio un torero que volvió gracias a su amor al toro, a la solidaridad y a su eterno amigo, Pedro Santiponce. Ángel Téllez, el toledano que toreó con Manili, honró tal privilegio con una tanda de naturales de mucha enjundia.Sánchez Puerto sorteó una vaca de mala condición de Montealto, fea y complicada. El de Ciudad Real dejó algún leve retazo de su tauromaquia que supo a poco. Alejandro Velasco cumplió su papel de novillero entregado y supo sacar partido al animal con raza y mostrándose sabedor de que estaba viviendo un día importante.

Morenito de Maracay puso gotas de alegría ante otra mala vaca de Montealto. Un par de verónicas y un martinete de alegría y sello propio nos hicieron volver atrás y recordar aquellas tardes de Pamplona a ritmo del Mama Inés. Tomás Rufo, a buen tono, dejó pases por ambas manos de mucha calidad y su tarde fue más que positiva. Se le vio listo, firme, con gusto y dominando la escena.

Tomás Campuzano dio una lección de toreo en La Sagra. Su cadencia y remates, una delicia. En la muleta se entregó con variedad y un par de grandes tandas con la mano derecha. Sus pases mirando al tendido dejaron claro que, además, domina la escena y los ritmos de la tarde.

Juan Mora dejó con el capote la huella de un genio. La mirada de Tomás Rufo hacia el torero de Plasencia fue una mezcla de fascinación y reverencia hacia lo que está al alcance de los elegidos. Las sonrisas y los olés de La Sagrafueron la viva huella de la felicidad. El inicio de faena fue un compendio de torería que emocionó y aumentó la huella de quién quedará para la historia. La vaca de Montealto no dejó más pero había quedado otra muesca en el revólver de un torero legendario. Alejandro Mora mostró que es diferente y sacó pundonor pero sin perder la huella de un camino que ilusiona y que hay que seguir.

El donativo de 22500 euros y las lágrimas emocionadas de la madre de Diego Ocaña fueron el tesoro palpable de lo que cinco genios habían hecho. Un día de emociones y sensaciones bajo la ejemplar guía de Juan Bazaga manejando los tiempos y narrando con didáctica y elegancia el tentadero. Diego, presente en un paseíllo único, recibió el abrigo de su pueblo y de estos toreros que dieron una lección de cariño, de torería y de saber estar.

Villaseca de la Sagra una vez más volvió a volcarse con el toreo y la solidaridad de la mano de estos cinco mitos y de estas cuatro promesas. Al finalizar el festejo se hizo entrega por parte del alcalde de la localidad, Jesús Hijosa, de un cheque por valor de 22.500 euros, que reflejó materialmente el gran éxito de un día que pasará a la historia.

Asimismo, aprovechando el tentadero benéfico, la plaza de toros La Sagra estrenó su cubierta, que en tiempo récord, fue realizada para que la asistencia a la misma sea lo más confortable posible.

Galería fotográfica: http://tcprofesional.blogspot.com.es/2017/04/galeria-fotografica-tentadero-benefico.html?m=1