Aarón Rodríguez: "Los olés de Ciudad Rodrigo son muy especiales"

Esta mañana recibíamos la gran noticia de que dos novilleros de nuestra tierra se han clasificado para la semifinal del Bolsín Taurino de Ciudad Rodrigo. Aarón, novillero de la Pueblanueva, nos atiende a cuatro días de un compromiso muy importante.

Aaarón, buenos días. Felicidades por tu paso a la semifinal del Bolsín de Ciudad Rodrigo.

Muchas gracias. Nos hemos enterado hoy y estoy muy feliz.

Cuéntanos cómo se va desarrollando el Bolsín. 

Hasta ahora solo conocía del campo charro algunas ganaderías por tentaderos a los que había ido. Sin embargo el estar como participante del Bolsín me está enseñando a conocer una tierra con una solera muy especial en la que el toro es parte de su vida.

Vayamos por partes. Primer día, El Cubo.

El primer día para mí fue un día de nervios ya que era mi primera tienta en El Bolsín y mi apoderado en el camino me fue avanzando cosas sobre él que pude descubrir y disfrutar en persona. Un ambiente muy torero con un público respetuoso y aficionado y rodeado de una competencia muy seria. Se notó la seriedad y la importancia del certamen con la presencia de las vacas de El Cubo y lo serio que estaba todo organizado..

En cuanto al ganado fue un tentadero exigente con una vaca encastada que me exigió firmeza. Las sensaciones fueron buenas y el aprendizaje muy importante.

¿Cómo se pasan los días hasta que te comunican que has pasado de ronda?

Nervioso, no lo puedo negar. Constantemente mirando al móvil y en contacto continuo con mi apoderado esperando noticias. La ilusión presente y más cuando te comunican que has pasado a la siguiente ronda.

La segunda prueba llega ante un hierro legendario, Caridad Cobaleda.

Recuerdo ese día con mucho cariño e ilusión. El verme anunciado en una finca tan llena de historia en el corazón del campo bravo salmantino me hizo sentirme muy torero. 

Esa personalidad tan especial del hierro encaja con tu toreo.

Sí, las vacas del maestro Manolo Martín tienen un temple especial que permiten un toreo cadencioso y relajado que es el que tengo en mi mente como torero. La vaca fue un animal templado, con mucha clase que había que pulsear y llevar muy toreada. Lo vivido allí fue muy especial y además tuve la gran suerte de poder saludar a un personaje legendario como Conrado, el Eterno Maletilla con el que me pude hacer hasta una foto. Una foto para el recuerdo.

De nuevo a esperar el fallo (el torero se ríe, se aprecia cierta vergüenza en su voz)

Sí, por supuesto. El imaginarme la posibilidad de pisar Ciudad Rodrigo y su plaza del hotel Conde Rodrigo II subió mi ilusión y también los nervios. Cuando pude ver que estaba clasificado lo primero que hice fue coger la muleta y entrenar.

Aprovechando lo que me dices, ¿han cambiado tus entrenamientos de cara a Ciudad Rodrigo?

Mi apoderado me insiste muchísimo en la preparación física y las "palizas" han subido sin olvidar muchas horas de toreo de salón. El tener en la mente la fecha del sábado siguiente es un estímulo que me ha marcado toda la semana y que ha hecho que los entrenamientos no tuvieran hora de acabar.

Aarón, llegas al hotel, historia viva del toreo y donde han pasado las ilusiones de muchos toreros. 

Sí, entrar en ese hotel con esa decoración y sabor añejo, con un ambiente tan taurino impone mucho. Se notaba en las caras de mis compañeros, e imagino que en la mía, la gran carga de responsabilidad para estar a la altura. Aficionados, profesionales del toro... El ambiente era de un festejo taurino importante. De nuevo te puedo decir que me sentí muy torero.

Y salta la vaca.

Desde la primera vaca se pudo ver la calidad de los animales de El Collado. El buen nivel de mis compañeros me hizo salir aún con más ganas pero con la idea de mostrar mi toreo por encima de todo, mi personalidad. Delante de la vaca pude disfrutar de sus embestidas y dejar gotas del toreo que siento.

¿Cómo suenan los olés de Ciudad Rodrigo?

Mi apoderado me había hablado sobre ellos. Cuando la vaca fue picada el silencio respetuoso con el primer tercio me llamó mucho la atención, quedaba claro el gran nivel de los aficionados y la exigencia de los mismos. A medida que pude ir desarrollando con la vaca esos olés me estimularon porque sonaban con la importancia de una corrida de toros. Esos olés crujían y para un novilleros sin caballos no hay mayor estímulo que eso. Puedo decir que son muy especiales.

Y ahora la semifinal con vacas de Carreros.

Es uno de los mayores retos de mi carrera, para lo que entreno diario es para vivir días así. Te puedo decir que estos nervios que siento son especiales y estaba deseando sentirlos. Mucha ilusión y mucho entrenamiento de cara al sábado me espera por delante.

Antes de acabar Aarón tengo que preguntarte por las redes sociales. Desde el cambio de apoderado te notamos muy activo en ellas y es muy fácil seguir tu carrera y tus ilusiones por cómo estás contando todo. 

Sí, en el momento en el que Evaristo y yo llegamos al acuerdo uno de los puntos más importantes era la promoción. Creemos que aparte de anunciar mis pasos debemos promocionar y dar a conocer todos los lugares en los que actúe. En concreto, en el Bolsín, hemos notado su importancia a través de los más de 1700 amigos que se han hecho en mi Facebook siguiendo mi participación allí al igual que en Twitter e Instagram. 

Además de ser un estímulo y poder recibir el cariño de la gente, desde aquí dar muchas gracias a todos los que me escriben. Creo que es una forma de defensa de la tauromaquia y una forma de promoción que los toreros debemos usar para colaborar con el esfuerzo de aquellos lugares en los que actuemos.

Muchas gracias torero y mucha suerte, espero verte en la final y en el Carnaval.

Es un sueño ya vivir los nervios que te comentaba para el sábado y no voy más allá del día a día. Creo que el torear una semifinal de un Bolsín así merece toda mi atención y mi mente solo piensa en el sábado.

Desde aquí darte las gracias Alejandro por esta entrevista a tí y a todos los medios como el tuyo que os acordáis de los novilleros sin caballos y nos dais un espacio para poder contar nuestra vida torera.

Foto: Raquel