Éxito en el festival taurino de Olías del Rey ante un gran encierro de Montalvo

Llegamos a los momentos finales de la temporada taurina 2019 y nos encontramos con el tradicional festival taurino de la localidad toledana de Olías del Rey. En esta ocasión se han lidiado reses de la ganadería de Montalvo de desigual presentación y de gran condición, destacando primero y tercero de la tarde, premiados con la vuelta al ruedo.
La terna estuvo compuesta por los matadores de toros Esaú Fernández, López Simón, Román Collado y José Garrido. Cerrando el festival el novillero con picadores Álvaro Alarcón.

Abrió la tarde calurosa, de por si, Esau Fernández ante un buen novillo con gran clase y de gran recorrido. Destacando sobre todo su fijeza, clase y humillación. El sevillano se sintió muy cómodo y rindió a gran nivel ante el astado. Faena compuesta al natural. Rematada con una soberbia estocada en todo lo alto, rodando el novillo inmediatamente y cortando las dos primeras orejas de la tarde. Siendo premiado el novillo con la vuelta al ruedo.

López Simón rindió también a gran nivel ante un novillo con menor calidad que su hermano. El novillo quería hacerlo bien por abajo, pero clavaba los pitones todo el rato en la arena. Cuajando una faena de mérito, lo mejor llegó en el tramo final de la faena, con el arrimón final. Hizo guardia y mató con una estocada posterior, siendo premiado con dos orejas algo excesivas. 

Román Collado lidió otro de los mejores animales de la tarde. Un animal con sus complicaciones en su inicio y que puso serios problemas en el tercio de banderillas, donde se vio accidentado El Sirio.
Román estuvo bien, muy solvente y con gran confianza. Matando con una gran estocada, cortando las dos orejas y el rabo. 

José Garrido lidió quizás el novillo más parado de toda la tarde, con sus teclas que tocar. El extremeño dejó grandes cambios de mano en una faena que no rompió del todo ni con el animal ni con el público presente. La posible oreja se la llevaron los aceros donde pinchó hasta en tres ocasiones con la espada.

Cerró la tarde el novillero con picadores Álvaro Alarcón quien estuvo con ganas y con hambre. Se fué a porta gayola a recibir al animal, más con ganas que con eficacia. En la muleta siempre puso todo de su parte y estuvo entregado. Cortando dos orejas con una estocada casi entera tras pinchazo.