Los aceros privan un importante triunfo de Morante y Tomás Rufo en Toledo

 


Volvieron los toros a Toledo con motivo de la festividad del Corpus Christi y volvieron por todo lo alto con un cartel "relumbrón" formado por Morante de la Puebla, Alejandro Talavante y el toledano Tomás Rufo ante astados de la ganadería de Olga García Jiménez. Donde el de Pepino hacía la presentación como matador de toros en su tierra tras importantes triunfos en plazas como Sevilla, Madrid o Valladolid.

Toledo acogía el regreso de los toros bajo una ola de calor que entró en la ciudad imperial desde hace varios días alcanzando hasta los 42 grados por momento. A pesar de ello se registró una entrada de más de media plaza. A ello se le debió de sumar una tormenta eléctrica que dejó importantes rachas de viento por momentos y algunas gotas por momentos que no terminaron de romper. Por ello, y tras el sofocante calor, la corrida de toros decidió retrasarme media hora dando comienzo a las 19:30 horas.

El primero de Morante fue devuelto prácticamente en su salida de corrales. El astado se lesionó en un mal movimiento de salida y quedó totalmente inválido, corriendo turno el de La Puebla del Río y saliendo el animal que estaba reseñado en cuarto lugar. Una decisión muy acertada por parte del cigarrero por lo que terminaría pasando en su segundo toro. Lo mejor de Morante en su primero llegó con la capa donde salió hasta los medios toreando de capa por verónicas. Algunas de bella factura. El de Hermanos García Jiménez apenas se tenía en pie y poco pudo sacar Morante muleta en mano. Abrevió y decidió irse a por los aceros para "despachar" al primero ante el silencio del respetable.

En el cuarto de la tarde iba a ser. Nuevamente un idilio que parece que termina gustando y encajando a la perfección, Morante y Alcurrucén. Tras su importante faena en Madrid donde rozó la puerta grande, Morante iba a ofrecer otra faena para el recuerdo ante un toro de nota alta de Alcurrucén. Sublime con el capote donde dejó una media de cartel. El toro quería huir de la pelea en un primer momento pero Morante capote en mano fue hasta el y le recetó un gran quite por chicuelinas con un remate con muchísima personalidad y gusto. Haciéndole distinto. Por eso, es único. Brindó al respetable porque el "cigarrero" sabía que algo podía pasar. Faena al natural de cante gordo donde puso la plaza boca a bajo. El de La Puebla sintió y se sentía ante el de Alcurrucén. Encajado y con el mentón hundido se rompió. Hubo momentos cargados de torería. La espada se llevó -una vez más- las opciones de triunfo. En este caso de haber llegado a entrar, el haber desorejado al animal con casi toda seguridad. Pero ahí quedo una vez más. Un binomio que cada que ocurre; ocurren cosas importantes.

Alejandro Talavante recibió al segundo de la tarde por verónicas donde le bajó la mano y le toreó con gusto en la capa. Después llegó un quite en los medios por chicuelinas y brindó a la plaza. El inicio de su faena fue por estatuarios donde el extremeño se quedó quieto y sin moverse del sitio. Cargó la faena en su mano izquierda pero la faena no terminaba de romper con su zurda predilecta. Cambió a la derecha donde llegó lo mejor pasada la mitad de faena. Remató la faena con manoletinas ajustadas y dejó una gran estocada en todo lo alto. El público le pidió las dos orejas con insistencia que terminaría quedándose únicamente en una.

El quinto de la tarde -fue el animal más deslucido del encierro- Talavante no tuvo prácticamente opciones. Lo intentó por ambos pitones pero nunca llegó a coger vuelos ni conexión con el público. El toro dió nulas opciones al extremeño, al que seguimos esperando en sus mejores versiones, reviviendo momentos anteriores a su retiro. Nuevamente se vió desconfiado y dubitativo con los aceros en este toro.

Tomás Rufo que hacía su presentación como matador de toros ante sus paisanos decidió no dejarse nada en el tintero. Hambre y raza caracterizan al de Pepino y claro está, que las casualidades no existen. Sino que se buscan con ahínco. Con el capote se meció por verónicas con una cadencia tremenda. En la muleta Rufo cuajó la faena al tercero de la tarde por ambas manos con muletazos de trazo largo. Exprimiendo hasta el final. Se tiró a matar de verdad y enterró el acero arriba cortando una merecida oreja.

Al sexto y último que cerraba plaza -el mejor animal de la ganadería titular- le armó un lío gordo donde estaríamos hablando de dos orejas en caso de haber estado acertado con los aceros. Le saludó a pies juntos con la capa y Fernando Sánchez volvió a lucirse con los palos. Brindo a su paisano, compañero y amigo Eugenio de Mora; que celebra este año el XXV de su alternativa. Rufo tuvo tres cosas con la muleta y que caracterizaron su faena: naturalidad, temple y ajuste. Tomás volvió a romperse y trazó naturales enroscándose ante su oponente. Destacando su toreo al natural. Sorprendió los dos pinchazos previos a la estocada, que le harían perder un importante triunfo, haciéndole perder la puerta grande. A pesar de ello hubo petición que no fue atendida por la presidencia. Dando el de Pepino una clamorosa vuelta al ruedo para cerrar la tarde.

Ficha del festejo:

Plaza de Toros de Toledo. Festividad del Corpus Christi. Algo más de media entrada. Se lidiaron toros de Hermanos García Jiménez (4º de la tarde, sobrero de Alcurrucén, tras correr turno)

Morante de la Puebla: silencio y ovación

Alejandro Talavante: oreja y silencio

Tomás Rufo: oreja y vuelta al ruedo

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