Néstor García: "Fandiño comenzó siendo un amigo para mí y ahora se ha marchado un trozo de mi vida"
Teatro Bellas Artes de Madrid. 19:00h de la tarde. A las afueras del teatro el típico ruido de Madrid con sus calles a rebosar y los cláxones de los coches, dentro de el teatro.. había un gran silencio. Un silencio que sería roto por aplausos cuando Néstor García (apoderado de Iván Fandiño) se ponía el mono de trabajo y se disponía a subir las escaleras hacia el escenario para hablarnos sobre la presentación de su libro "Mañana Seré Libre" en honor a la memoria de Iván Fandiño.
Habían sido 15 minutos duros anteriormente. Minutos difíciles donde el silencio quería romperse con una fuerte ovación. Y así fue. Porque Iván lo merecía.
Hasta allí se desplazaron varias figuras del mundo del toro, entre ellas vimos la presencia de Manolo Moles, Esau Fernández, Aníbal Ruiz, Chapurra, el novillero José Rojo y centenar de prensa taurina.
Néstor nos contó que el libro ya estaba en su mente y en la de Iván antes de que ocurriera este trágico final que nadie deseábamos. Era algo premeditado, un día Iván le dijo a Néstor: "Esto aparecerá en tu libro" y así fue.. Néstor fue guardando una y otra anécdota ocurrida junto a Iván.
Durante el comienzo de su presentación Néstor García comenzó causando un mundo de sentimientos, donde nos relata una vida difícil, de superación, donde el cuál; se cruzó en el camino de Iván Fandiño. Un camino difícil, una profesión difícil, pero con su guerra y las ganas de cumplir su sueño que harían a Fandiño una figura del toreo reconocida por sus ganas y esa fuerza que le impulsaba a lo más grande.
Con fallos y con éxitos pero siempre de la mano. Una relación llena de aventuras y de muchos baches vividos, pero siempre juntos ante todo lo que les venía. Un libro escrito con su mayor cariño y total sinceridad sobre muchos aspectos de su vida y de su historia.
Por último nos avanzó que se dispuso a escribir el libro pocos días después de que ocurría la desgracia al sur de Francia. El propio Néstor reconoce que fueron momentos muy duros, que dependía del estado anémico con el que se levantaba cada día, para seguir dándole continuidad al libro. Fueron momentos muy difíciles y hoy en la actualidad lo continúan siendo.
Néstor se sincera y nos dice: "Iván para mí comenzó siendo un amigo, de amigo paso a hermano, de hermano paso a hijo y hoy que se me ha ido ha pasado a ser un trozo de mi que falta en mi día a día".
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