Lluvia de orejas en Toledo por una buena causa


No fue a la primera, ni tampoco a la segunda; tuvimos que tirar de dicho para la celebración del festival benéfico a favor de Cáritas Toledo. Primero fue la pandemia y después fueron las condiciones meteorológicas, pero a la tercera fue la vencida. Y todo, por una buena causa.

Hasta cinco matadores de nombre se juntaron para colaborar sin lucro alguno, donde se juntó un plantel formado por Eugenio de Mora, Esú Fernández, Jiménez Fortes, Cristian Escribano y Jesús Enrique Colombo. Cerrando el cartel, la novillera Estrella Magán. Se lidiaron novillos/toros cedidos por la ganadería toledana de Alcurrucén. Dando comienzo a las 19:00 horas de la tarde ante un buen aspecto de entrada que presentaba el coso de "Mendigorria".

Abrió la tarde, el más veterano del cartel, Eugenio de Mora. El "moracho" se empleó al máximo con la capa donde citó por verónicas al de Alcurrucén. Dejando los primeros "olés" de la tarde. En la muleta le costó el tranco al astado que estuvo bastante parado. Lo mejor de la muleta llegaría al final de faena donde Eugenio lo citó por bajo dejando bellos muletazos, pegado a las tablas. Dejó una estocada entera que no fue suficiente para que el animal cayese, teniendo que rematar con un certero descabello, para cortar las dos primeras orejas de la tarde.

Esaú Fernández lució una versión muy diferente en la tarde de ayer a la que nos tiene acostumbrados. Con la capa el de Camas formó un lío francamente bueno. Dejó verónicas acompasadas y muy lentas. En la faena estuvo desde el primer momento muy metido en esta y de verdad, dejándose toro fuera y agradando al máximo al público presente. Haciendo disfrutar. Redondos enteros y hasta el final, pases de pecho y naturales. Todo con una firmeza importante y un gran poderío. Pudieron las prisas con la espada y qué lástima que está no entrará a la primera. Pinchando y dejando una estocada algo caída, que le valdría para tocar pelo, en forma de una oreja. Pero las sensaciones, las ganas y los momentos ahí quedaron; sobre la arena del coso de Mendigorria. Ese poso asentado de el de Camas.

Jiménez Fortes lidió quizás con el peor novillo del festival y eso que por las hechuras, el novillo gustaba mucho. Pero no tenía apenas nada dentro. Dos verónicas lentas donde se paró el tiempo dejaba con el capote en los medios. Con la muleta, el novillo rajado desde el inicio de esta, no le iba a proponer nada al malagueño. Fortes propuso casi toda la faena muy pegado a tablas, donde le dió los naturales de uno en uno y de verdad. Con mucha pureza, estirado y con la llena de los dedos. Qué gusto verle… Maldito sistema que nos prive de verle tan poco… Lástima la espada donde se atascó varias veces con los aceros, dejando todo en una fuerte ovación con saludos.

Escribano, otro que no se dejó nada dentro. El toledano fue a demostrar el gran momento que atraviesa desde el minuto uno. Con firmeza y decidido se marchó hacia la puerta de toriles para recibir a porta gayola al de Alcurrucén. Seguido por delantales en el medio de la plaza. Con la muleta estuvo sensacional. Así describe su actuación con esta y no es necesaria de más calificativos. Le entendió a la perfección al de Alcurrucén, que se dejó y bien; muy noble en su embestida. Vimos un Escribano muy acompasado y muy encajado en la muleta dejando unos naturales tremendos. Ajustándose al máximo frente al animal y pegándoselos de verdad. Hasta tal punto fue el ajuste, que recibió una voltereta por parte del animal -aparentemente sin consecuencias- aunque posteriormente pasó a visitar la enfermería quejándose de una de sus caderas. Qué pena que la espada tampoco entrase a la primera, quedándose todo en una y más que merecida oreja.

Jesús Enrique Colombo, otro nombre a apuntar. Y ojo porque el torero venezolano viene de nuevo apretando fuerte y tiene mucho que demostrar. Estuvo arrollador en su actuación en Toledo. Con el capote dejó un tremendo recibió más que completo, seguido de un gran tercio de banderillas, con un poderío tremendo en cada par. Formando un lío gordo y poniendo la plaza en pie. No iba a ser menos con la muleta donde se tiró rodillas en tierras para iniciar la faena. Correcto y de verdad en esta, donde buscó la colación siempre. Quiso poner el broche final a la actuación tirándose a matar sin muleta pero la espada no entró. Tuvo que rectificar y volver a entrar a matar, esta vez con la muleta y dejando una gran estocada, válida de dos orejas. Más allá de estas y de los trofeos, Colombo dejó con ganas de más al respetable. Vimos que hay Colombo para rato, si las plazas lo permiten…

La novillera sin picadores, Estrella Magán, cerraba la tarde del festival. Le tocó lidiar con el más feo. El de Alcurrucén no pudo ser más rajado y no dejó lucimiento ninguno a la toledana. Estrella intentó tirar de valor y se tuvo que conformar con sacarle el máximo partido posible pegado a las tablas. Cortó una oreja que seguro que sirvió a gloria. 

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