Sin espada y emoción no hay paraíso


Un listón tan alto como el que puso la ganadería de La Quinta en la tarde de hoy, ha propiciado que la tarde de hoy, haya pasado mucho más desapercibida. Una novillada a la que la faltó emoción y sobre todo bravura en el tercio de varas.
Francisco de Manuel sorteó el mejor lote de la tarde, pero el fallo con los aceros en ambos novillos, le privaron de cortar una oreja o incluso de salir por la puerta.

De Manuel gozó del mejor novillo y de mejor condición de toda la tarde, en el que abría plaza. Un novillo que se venía de lejos a coger la muleta y embestía con gran codicia. Fue pronto y De Manuel le echó desde el primer momento esta. 
Faena al natural por ambos pitones del animal y que cogió repercusión en los tendidos, perdiendo una posible oreja con el fallo con la espada, donde se atascó varias veces.
En el cuarto de la tarde -segundo de su lote- tuvo aún más cerca si cabe la oreja, tras una petición no suficiente del todo por parte del público. Faena estructura y medida. Esta vez si metiendo la mano con los aceros pero teniendo que rematar con un acertado descabello.

Manuel Diosleguarde que venía en sustitución del novillero valenciano Borja Collado, tras anunciar este su marcha de los ruedos, dejó buena impresión en Villaseca de la Sagra. Sobre todo se le vió un aire diferente y otro concepto.
Sorteó un novillo con menor motor que el anterior en su embestida en una faena de altibajos. Se mostró firme y con personalidad, adornándose por abajo en los finales de las tandas. Pinchó también con la espada. 
Con el quinto de la tarde se mostró muy firme y con mucha voluntad ante un animal que abría la cara y llevaba dos perchas colgadas en su cuerpo. Un animal que huyó siempre del caballo, donde no quiso buscar pelea, y eso que entró hasta en tres ocasiones. 
Diosleguarde intentó justificarse y se vió silenciado. 

Alejandro Mora dejó una gran actuación con el tercer novillo de la tarde donde se mostró agusto, con las ideas claras y fiel a su concepto. Toreó cómodo y recogido al de Jandilla al natural, con detalles pintorescos en el final de las tandas. La espada se llevó quizás un triunfo que estuvo en el aire.
El sexto y último que cerraba plaza y por lo tanto la segunda novillada de abono, paso desapercibido. Tan sólo una tanda que destacar por parte de Mora, para concluir la tarde de hoy. Una tarde en la que no hubo espadas y que se llevó algunas orejas en una novillada con muy poca emoción y poco bravura a excepción del primero de la tarde. 

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