Villita pone el toreo y Zazo la oreja en una noche sin espadas

Volvieron las novilladas a la plaza de toros de Toledo, tras más de veinte años, sin darse un festejo de este tipo en el coso de Mendigorría. Además, lo hacían en una fecha tan señalada para los toledanos, como es la del 14 de agosto. En un año atípico y sin fiestas, por motivo del COVID-19.
Volvían con una novillada con picadores mixta para los novilleros Abraham Reina, Ignacio Olmos, Villita, Luis Pasero y Miguel Zazo -ambos haciendo el debut con caballos- y Estrella Magán -sin picadores- ante un encierro de El Freixo y Bellos Montes.

El festejo daba comienzo pasadas las 20:30 horas de la tarde, tras trenzarse el correspondiente paseillo y se saldaba con una oreja en solitario corrida por Miguel Zazo en el día de su debut con picadores. 
Una oreja que pudieron ser alguna más, de no haber fallado los novilleros con las espadas. En una noche horrible en este apartado. Además, el ganado tampoco ayudó mucho. Con poca transmisión y con sosería.

Abrió la tarde el novillero talaverano Abraham Reina, sorteando un animal con mucha sosería. Un animal falto de fuerzas, y donde Reina puso todo su empeño posible. Basó su faena por la mano derecha y exprimió todo lo que pudo, pero sin éxito ninguno. Al menos pudo quedarse con una meritoria ovación por parte del respetable.

Ignacio Olmos, volvía a su plaza, como él dice. Y lo hacía con gran ilusión y con un compromiso muy serio por delante. Su rostro le delataba. Lástima esa espada fallada por parte del moracho, que pudo tocar pelo en su faena.
Tras una buena pelea en varas del novillo, Olmos inició su faena por bajo al animal. Sometiéndolo y bajándole la mano. Lo mejor llegó con la mano derecha, donde vinieron los mejores muletazos. Se atascó con los aceros y todo quedó en ovación con saludos.

Villita fué el nombre destacado de la noche, y eso que la espada no fué lo suyo tampoco. Si han leído bien, la espada. Una noche sin espada para los toledanos. Pero la faena de Villita, ahí quedó. Y vaya que si quedó.
Acabó de despertar al público presente con un gran recibo capotero estirándose a la verónica y llevando al animal hacia el caballo, mientras le toreaba con este. Entregado y de verdad comenzaba la faena con el de El Freixo, tras brindar al cielo.
Toreo de pellizco y muy estético por parte del novillero de Manzaneque. Quien basa su toreo, en un toreo clásico, que desprende aroma a los de antes. Le recetó grandes naturales de uno en uno y de adorno por bajo con la muleta en el final de faena.
Saludó una ovación tras atascarse con la espada, en una faena que de haber entrado esta, estaríamos hablando de dos orejas.

Luis Pasero le tocó lidiar con el más feo, en la tarde de su debut con picadores. Un animal rajado ya de salida y que tan sólo buscaba las tablas. Siendo capaz de recorrerse todo el ruedo de la plaza de toros sin penas ni glorias.
Pasero puso todo su empeño e intentó lo imposible. Horrible con los aceros, sin terminar de matar al animal con la espada, que acabó cayendo tras varias entradas con los aceros.

Miguel Zazo fue la cara, si Pasero fue la cruz en la tarde de los debut con picadores. Muy voluntarioso desde el inicio, recibió de rodillas y a la verónica a su oponente -el más feo de la novillada y más desigual-. El de Ventas con Peña Aguilera le tuvo que dar un toreo muy cuidadoso y con suavidad ante un animal que levantaba la cara cuando este le echaba la muleta.
Mató cómo se debe de matar, y cortó la única oreja de la noche. Merecida por la estocada.

Estrella Magán cerró la noche en Toledo, con gran sabor de boca. La novillera toledana debió de haber paseado un apéndice, pedido con gran intensidad por parte del público, y denegado por la presidencia. Estrella destacó con un gran recibió a la verónica y estuvo dispuesta en la muleta ante el animal de Bellos Montes. 

Ficha del festejo:

Plaza de Toros de Toledo. Menos de media plaza de entrada.

Abraham Reina: ovación

Ignacio Olmos: ovación

Villita: ovación con saludos

Luis Pasero: silencio

Miguel Zazo: oreja

Estrella Magán: vuelta al ruedo