José Rojo a hombros en el Certamen Promesas de Nuestra Tierra
Entre las nubes negras que cubrían el pueblo de Fuensalida y las tímidas gotas caídas desde el cielo, arrancaba el II "Certamen Promesas de Nuestra Tierra" con novillos de Fernando Peña para Jose Rojo, Aarón Rodríguez y Álvaro Alarcón.
La tarde sería como el tiempo, incómoda para los toreros y con varios percances y no por el agua. Abría Plaza José Rojo que saldría al ruedo con unas ganas inmensas, hecho que le llevaría a tener un susto, en el momento que se echaba al suelo para recibir al novillo con el capote por los aires desde el suelo. Una faena que se iba a ver 'manchada' debido a los repetidos fallos con la espada y posteriormente con el descabello donde falló repetidas veces con el.
En El Segundo de su lote José Rojo iba a cuajar la faena más importante de la tarde ante un gran novillo de Fernando Peña al que le iba a cortar dos orejas, estando muy acertado está vez con los aceros y cuajando una faena meritoria con la muleta. Tras esta actuación de José Rojo en la tarde de hoy en Fuensalida (Toledo) se coloca como 'lider' del II Certamen 'Promesas de Nuestra Tierra'.
Aarón Rodríguez logró cortar una oreja de gran peso al segundo novillo de su lote debido a la perseverancia que tuvo durante todo el momento de la faena. Además el novillero fue cogido a la hora de entrar a matar, teniendo que acudir posteriormente a la enfermería por un fuerte golpe a la altura de la ingle.
En el primer novillo Aarón salió muy suelto y se mostró bastante cómodo ante el 'astado' de Fernando Peña pero acabó pinchando con los aceros y todo se quedaría en una ovación para él.
Álvaro Alarcón pudo ser el gran triunfador de la tarde junto a José Rojo pero sus fallos con la espada le privaron de cortar un número mayor de trofeos. Al primer novillo de su lote logró cuajarle un lío gordo desde el inicio de la faena ante otro buen novillo, pero el fallo con los aceros provocaría le privarían de cortar algún trofeo. Sin embargo en el segundo novillo de su lote y con una faena de más a menos si lograría cortar una oreja al novillo para no salir de vacío en una tarde muy lluviosa
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