Triple puerta grande en Pedro Muñoz ante una interesante corrida de Partido de Resina
Abrió la tarde Sánchez Vara, que oficio tiene en ello, ante un toro complicado de Partido de Resina. Toro muy reservado en su embestida y con la cara alta en todo momento, ya lo mostraba desde su salida desde los chiqueros. Todo ello se juntó con un nefasto tercio de varas, donde se picó excesivamente al animal; además de mal y el caballo terminó por los suelos. A pesar de cabecear tanto en la muleta, Sánchez Vara tiró de oficio para sacarle todo lo que podía. Se atascó con los aceros donde fallo en repetidas ocasiones, complicándole cada vez más el astado su muerte, levantando la cara. Protagonizando una división de opiniones tras la muerte del animal.
Mucho mejor en el cuarto de la tarde. Que fue un gran animal y al que Javier le cuajó una interesante faena. El toro se picó lo justo y necesario y Sánchez Vara protagonizó un tercio de varas cumbre que puso en pie a la plaza. En la muleta el toro tuvo mucha bondad y nobleza en la muleta. Sánchez Vara se sintió agusto entre pitones y la faena fue de menos a más. Cogiendo intensidad en ella y en los tendidos. Rúbricada con una certera estocada que hizo que rodase el toro a los segundos de meterle la espada. Cortando dos orejas y por tanto desorejando al animal, que le daría la salida por la puerta grande.
Javier Herrero dejó una notable tarde. Plagada de oficio y de saber hacer. Con ganas de verle más y a más. Sobre todo con el primero de su lote -segundo de la tarde- con el que estuvo descomunal. El de Partido de Resina no era malo pero era complejo y había que saber tocarle bien las teclas en la muleta. Y Javier lo supo hacer francamente bien. Un toro que no regalaba las embestidas para nada y que todo lo que sacó Javier, fue gracias a su insistencia y a su perseverancia. Sacando muletazos importantes y de poderío. Remontando la faena con una buena estocada que le haría cortar una oreja más que merecida.
El quinto de la tarde no tuvo mucho fondo y tampoco tenía mucho dentro. Fue ovacionado de salida por la seriedad del animal sobre la plaza. Lo más destacado fue el tercio de varas -el único que vimos en condiciones- dejando al toro de largo. En la muleta Javier estuvo en todo momento con disposición y buscando la colocación. Sacando todo lo que podía. Se afeó la faena con los aceros donde se atascó tanto con la espada como con el descabello, pero a pesar de ello volvió a tocar pelo para sumar una nueva oreja.
Esaú Fernández fue quizás el nombre más destacado de la tarde y el que mejor toreo. Sobre todo al tercero. Y como fue el tercero. Bien hecho, bajito: una lámina de animal y que no defraudó a nadie. Esaú le pegó una larga cambiada desde el suelo para recibirle. En el caballo, apenas se le castigó; se podría decir que le dejó prácticamente crudo y acertó de hecho. En la muleta fue extraordinario el de Partido de Resina y Esaú le toreo francamente bien al natural. Naturales muy encajados y de verdad. El toro fue de menos a más y Esau supo estar en todo momento a la altura, entendiéndole a la perfección. Se atascó con la espada teniendo que rematar con el descabello a la segunda, para desorejar al animal. Además de ello, el de Partido de Resina fue premiado con la vuelta al ruedo.
El sexto y último que cerraba plaza fue imposible para el de Camas. Poco se puede decir ante un animal que no tenia nada dentro -el peor animal de la tarde-, ademas del aire que se comenzó a levantar en el quinto de la tarde, que complicó mucho más esta. Una pena debido a que Esaú estaba dando una interesante dimensión en su tarde.
Finamente los tres matadores de toros atravesaron el arco de la Plaza de Toros de Pedro Muñoz (Ciudad Real) a hombros ante una interesante corrida de Partido de Resina. Destacando sobre todo el tercero de la tarde que fue premiado con la vuelta al ruedo.
Plaza de Toros de Pedro Muñoz. Gran entrada en los tendidos, cerca del aforo permitido. Medida de seguridad en todas las puertas de la plaza.
Sánchez Vara: ovación y dos orejas
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