Regreso por todo lo alto en una gran corrida de toros en La Caprichosa


Parece que el guión estaba escrito. Parece que todo regreso siempre tiene un gran final. Parece que hoy tenía que ser el día ideal para el disfrute de todos. Tras más de un año sin toros en Talavera de la Reina, en la tarde de hoy, volvieron por todo lo alto donde toreros y espectadores disfrutaron de un buen 'aroma' taurino en la cuidad de la cerámica. Salió la terna a hombros por la plaza de toros de La Caprichosa e incluso vimos un indulto, por parte de Paco Ureña en el último toro de la tarde.

Diego, Morenito, Paco... dió igual hoy el nombre, porque los tres junto al ganadero Joselito, fueron los triunfadores totales de la tarde. Abrió la tarde Diego Urdiales, quizás ante el más deslucido de la tarde de hoy, donde fue silenciado por el mal uso con la espada y posteriormente con el descabello. Urdiales se exprimió a fondo con el primero de la tarde y logró sacarle más de lo que tenía el astado, completo la faena pero acabó pinchando y marchándose así sus opciones de triunfo con el primero de su lote.
Con su segundo Urdiales se encajó bien ante el astado desde el principio de su faena, logrando cuajar una faena meritoria, dando muletazos fugaces ante el aninal. En esta ocasión, Urdiales también pincharía su faena con la espada, pero asestando posteriormente una gran estocada para cortar dos orejas y garantizar su puerta grande junto a sus compañeros.

Morenito de Aranda dió una gran versión en la tarde de hoy. Un toreo puro, encajado y en el que dejó momentos cumbres con su muleta. En el primero de su lote Morenito tuvo las cosas claras desde el primer momento. Cuajó una buena faena dejando pinceladas artistas con 'trincherazos' para rematar la faena. Mataría con una estocada prácticamente en su sitio y correría una oreja en su primero. En el segundo Morenito bordaría el toreo y se inventaría una faena donde cortaría las dos orejas y el rabo. Se gustó él burgalés ante el quinto de la tarde donde pudo disfrutar puramente del toreo. Volvió a repetir la misma puesta de escena que en el anterior y dejó trincherazos de ensueño donde parecía que se paraba el tiempo entre el toro y su muleta.

Una vuelta siempre tiene que venir por todo lo alto. Y parece que Paco Ureña quería que así fuera. Nos reservó lo mejor de la tarde para el final, dónde indultaría un toro de color negro zahino con el hierro de "El Tajo", con un gran suspense tanto para el espectador como para el torero. Ureña toreó al animal con la misma verdad y la misma pureza que demuestra en cada tarde. El torero murciano fabricó el toro y la faena. Digo toro, porque este salió totalmente apagado de los corrales de la plaza. Ureña creó y emocionó a los tendidos y llegó a trasmitirlo de una manera tan emotiva y tan verdadera que fue trasmitida a los tendidos, donde se comenzó a pedir el indulto. Un indulto que tendría mucha leña por cortar. Ureña se dispondría a matar al aninal, pero una abrumadora pitada por parte de los aficionados, harían que el de Lorca se echara para atrás y esperara la decisión por parte de la presidencia. En el primer intento por indultar al aninal, fue negado por parte del presidente e incluso el propio Paco Ureña recibió un aviso por demorar el tiempo con el animal en el ruedo. Caló tanto en los tendidos y caló tan lleno en el torero, que Ureña se olvidó de todo y siguió toreando con gran gusto ante el aninal. Desde luego que hoy Paco se hinchó a torear de verdad, hasta el punto que el mismo Joselito saltó de su asiento del tendido y se fue a la propia presidencia para hablar con el presidente y pedir el indulto de este. Tras este hecho, el presidente asomaría el pañuelo naranja y por lo tanto el animal sería reconducirlo por los cabestros a los corrales. Cortaría así sus dos orejas y el rabo simbólico tras el indulto del aninal.
En el primero de su lote también cortaría una oreja, en una faena en la que recibió al aninal de lejos y se le pasó por delante y por detrás sin miedo ninguno. Ya en el remate final de la faena dió una buena serie de muletazos y mató con una estocada algo caída pero que le bastaría para tocar pelo.

Por lo tanto, la vuelta de los toros a La Caprichosa de Talavera de la Reina (Toledo) no pudo tener mejor final. Tanto toreros como el mítico Joselito saldrían por la puerta grande del coso de la cerámica, donde disfrutamos de una gran tarde de toros, en la que todos los astados a excepción de el primero de la tarde dieron juego para los toreros.

Ficha de la tarde:
Diego Urdiales: silencio tras pinchazos y dos orejas
Morenito de Aranda: oreja y dos orejas y rabo
Paco Ureña: oreja y dos orejas y rabo simbólicos tras indulto al sexto de la tarde
Incidencias: Media plaza en el regreso de los toros a La Caprichosa. Se guardó un minuto de silencio antes de comenzar la corrida con motivo de las víctimas del terremoto en México.

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