Tarde gris en la cuarta de abono en Villaseca de la Sagra


Tarde nula en la cuarta de abono del Alfarero de Oro en Villaseca de la Sagra. Poco que destacar en la recta final de este certamen donde vivimos una tarde muy nublada y no por el cielo, sino por los novillos y por los novilleros. Tarde poco apacible para el toreo donde solo podemos destacar la primera faena de Ángel Jiménez al primero de la tarde que de no haber sido por el fallo con la espada podría haber tocado pelo en el día de hoy.

Abría tarde el sevillano Ángel Jiménez ante "Culto" de la ganadería de Cebada Gago. Un novillo serio y bien rematado salía por los corrales hacía la plaza donde le recibiría Jiménez con el capote, donde no dejó lucirse mucho el animal. Si que dejo lucirse bien una y otra vez en la muleta, una faena a la perfección la que cuajó el sevillano a un gran novillo de Cebada Gago que humillaba una y otra vez de izquierda a derecha y que repetía tantas veces como el novillero se lo pidiera. Grandes muletazos y buenos naturales por parte de Ángel fabricaban la faena al primero de la tarde, que de no haber sido por el mal uso con la espada, el sevillano podría haber tocado pelo pero su faena quedó en silencio. El animal debió de ser premiado con la vuelta al ruedo por su buen hacer en la muleta pero no fue visto de esa manera por parte del criterio del presidente en la tarde de hoy.
En el segundo de su lote el animal de pelaje castaño fue algo más complicado, muy inquieto de salida y no toleraba bien los pases en la muleta. Una faena que no tuvo que ver nada con la primera, ya que esta no fue una faena limpia porque estuvo llena de enganchones con la muleta juntándose con una estocada caída a la hora de entrar a matar, siendo silenciado nuevamente por el público.

Tibo García al igual que Alejandro Gardel estuvo poco lucido en la tarde de hoy. En el primero de su lote el francés decidió construir una faena a fuego lento que no llegó a cocinarse en ningún momento de la tarde con su muleta. Dejó pocas conclusiones de su toreo y mató con una media estocada más que válida para que el animal rodará y cayera al suelo, fue silenciado.
El segundo de su lote fue un novillo falto de fuerzas. Si ya de por sí, el Cebada salió flojo de los corrales, más aún lo fue tras pasar por el tercio de varas donde se 'excedieron' con el animal. Puyazos a destiempo y con una mala colocación hicieron que el novillo se desinflará poco a poco y no trasmitiera apenas nada en la muleta de Tibo García donde dejó detalles mínimos. Mató con una estocada baja y también fue silenciado.

Lo peor de la tarde se lo llevó Alejandro Gardel, que fue 'silbado' por el público durante la faena y al finalizar la novillada cuando este abandonaba la plaza a pie. En el primero de su lote le tocó lidiar ante un precioso ejemplar de Cebada con una cara muy seria y abierto de cuerna, pero sin embargado con un cuerpo pequeño. El de Borox no se entendió con el animal desde el primer momento y no logró hacer faena con él, pinchó varias veces a la hora de matar y fue silenciado.
Se le pondría aún más cuesta arriba la tarde con el que novillo que cerraría plaza. Otro astado con el que no se entendería y con el que no haría faena alguna, llevando a los aficionados a su límite máximo de paciencia. Tan grande era el cabreo por parte del aficionado que el toledano asestó una buena estocada al animal tras abreviar en su faena, que no le serviría de nada para hacer cambiar de opinión a la plaza. Fue silbado durante la faena y al terminar esta.

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